En primera persona: el drama de los vecinos que sufrieron el apagón de La Plata
EXCLUSIVO de cronica.com.ar Si bien algunos afectados comenzaron a tener electricidad, otros denunciaron que continúan viviendo en la oscuridad. En determinados barrios, la luz “va y viene” y las constantes interrupciones causaron la destrucción de electrodomésticos. Testimonios indignantes.
Debido al apagón, 50.000 clientes que quedaron sin luz por una falla producida en Camino Centenario y 476, en un cable de alimentación de alta tensión. Se estima que la falla costó casi mil millones de pesos de pérdidas para comercios y viviendas. Además, en los colegios no pudieron dictar clases y la inseguridad se hizo presente, sobre todo en horas de la noche. En tanto, desde EDELAP manifestaron que la situación estará normalizada el jueves.
“Durante cuatro días, sentí que tenía las manos atadas”
Alejandra, una maestra de 40 años que trabaja en la escuela N° 80 de la localidad bonaerense de City Bell, relató que la falta de electricidad provocó la imposibilidad de utilizar las herramientas que necesita para desarrollar sus tareas en el establecimiento educativo. “Necesitaba celular, computadora, impresora y luz para corregir los trabajos de los chicos y para preparar nuevas actividades. Durante cuatro días sentí que tenía las manos atadas, me cortaron al medio”, aseguró.
Agregó que, este martes por la tarde, un día antes de que restablezan el servicio, le llegó un mensaje de texto de la empresa EDELAP, en el que le avisaban que su factura de luz iba a vencer próximamente. “Estoy indignada, imaginá mi bronca. Deberían invertir en el servicio que nos cobran ya que no es regalado”, sentenció.

“Gastamos más de 2 mil pesos por día para no perder mercadería”
Javier Casilla, de 24 años, empleado de una heladería situada en el barrio Savoia, contó que debieron gastar más de dos mil pesos por día para poder mantener en funcionamiento el grupo electrógeno particular del negocio. “El equipo consumió 10 litros de nafta cada ocho horas. A eso, le sumamos el dinero que gastamos en combustible para poder trasladar los bidones en auto. Las pérdidas fueron grandes pero no nos queda otra que seguir trabajando para salir adelante”.
En tanto, su padre, Miguel, agregó: “Como toda persona que tiene un negocio de este estilo, estabamos preparados para un posible corte de luz. Sin embargo, es increíble que haya durado tantos días. Eso habla de una mala inversión o de una gran falta de mantenimiento. Solo esperamos que hagan bien las cosas y no sigan perjudicando a los vecinos”.

“La luz vino de golpe y rompió mi heladera”
Tamara, de 27 años, que salió a manifestarse en las calles Centenario y Arana junto a otros vecinos, contó que en su hogar, situado en la localidad bonaerense de Villa Elisa, “la luz va y viene”. Esta interrupción constante provocó la ruptura de electrodomésticos. “La electricidad se cortó y se restableció unas cinco o seis veces en el día de hoy. A las pérdidas de alimentos, sumé la destrucción de mi heladera porque la luz vino de golpe”, relató.
Agregó: “Con todas estas fallas, no podemos dar por solucionado el problema. Tengo hermanitos que están pasando frío pero no podemos enchufar la estufa, no queremos perderla también. Ya pasaron muchos días, esta situación es terrible”.

“Deberían quitarle la concesión a EDELAP”
Rodolfo, de 65 años, que se unió a la protesta realizada en la Plaza de Villa Elisa, describió los daños “terribles” que sufrieron los vecinos y comerciantes a raíz del apagón y apuntó contra EDELAP. “Perdimos los alimentos que teníamos en la heladera y los negocios debieron tirar gran cantidad de mercadería. Esta empresa viene cometiendo todo tipo de atropellos, no es el primer corte pero si el más prolongado. Deberían quitarle la concesión, no podemos seguir en manos de ellos. Queremos soluciones y respuestas, deben resarcir a todos los afectados”,manifestó.
“Los delincuentes aprovecharon el apagón para robar”
Natalia Donatto, de 44 años, resaltó que debió solicitar alojamiento a allegados que viven en localidades cercanas para poder cuidar a sus familiares. “Los nenes chiquitos y las personas de mayor edad necesitan cuidados específicos, no pueden estar sin luz. Trasladé a mis parientes porque en mi vivienda de Villa Elisa no podía ni cocinar”.
Además, aseguró que delincuentes aprovecharon el corte de luz para ingresar a robar a comercios y casas afectadas por el apagón. “No les importó nada, entraron a casas y negocios, se llevaron todo. A la noche, el barrio se convirtió en la boca de un lobo. Llevé mis electrodomésticos a la casa de vecinos que tenían luz porque teniamos mucho miedo de ser víctimas de una entradera”, expresó.