Creó su marca de anteojos de madera, la transformó en cooperativa y le da trabajo a comunidades rurales
Un joven emprendedor creó una cooperativa en el norte de Santa Fe para trabajar con artesanos en la elaboración de anteojos “sustentables”.
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Hace tres años, Gerónimo Aguilar, un joven profesor que nada tenía que ver con el rubro óptico, tuvo la idea de crear anteojos de sol “sustentables”, hechos a mano a base de madera de árboles reforestados y creó su propia marca que pronto comenzó a comercializarse.
Tiempo después, al ver que el proyecto crecía, se dio cuenta que al emprendimiento, si bien tenía un impacto ambiental positivo, aún le faltaba la pata “social”. Es por eso que se puso en contacto con la Fundación de la Bolsa de Comercio de Rosario, que venía realizando acciones en el Paraje San Juan, en el norte de la provincia de Santa Fe, y con su apoyo idearon un modelo de trabajo cooperativo con la comunidad rural. Así nació Atemporal Coop.
“Al principio comenzamos a trabajar con artesanos de cuero para hacer estuches de anteojos. Luego de ver la vocación de trabajo comunitario, del esfuerzo y las ganas de aprender, decidí trasladar todo el taller a allá; todas las máquinas, herramientas e insumos y crear la cooperativa”, comenzó diciendo Aguilar en entrevista con Agrofy News.
En enero comenzaron con el proceso de capacitación en la comunidad, y si bien la pandemia interrumpió el proceso, ya son 10 personas las que trabajan en la cooperativa: “En el paraje hay artesanos y artesanas que trabajan el cuero y la madera. Los que trabajan la parte tecnológica del anteojo son egresados de escuelas técnicas que tenían un conocimiento que no estaba siendo puesto en valor en la comunidad local. Tenían dos caminos en ese momento: uno era salir del pueblo e ir a estudiar afuera y el otro era quedarse a trabajar de hachero o en un kiosco del pueblo”, contó Aguilar.
Además de la Fundación de la BCR, el emprendimiento está articulado con el INTA y con la Universidad Nacional de Rosario, a través de UNR Emprende: “En febrero habíamos proyectado con la UNR capacitar a la comunidad local por parte de la Facultad de Ingeniería y la Facultad de Óptica, en las cuestiones de proceso y aspectos técnicos. Eso se interrumpió por el momento pero quedará para más adelante”, contó.
Trabajo colectivo y cooperativo
Atemporal Coop es más que una marca de anteojos de madera, es una empresa social que a través de una colaboración con artesanos del norte de Santa Fe descubrió una comunidad con vocación de trabajo colectivo.
“El proyecto tiene como objetivo poner en valor los saberes y oficios de las comunidades rurales a través de la creación de un emprendimiento cooperativo e innovador que transforme esas capacidades en oportunidades de vida para quienes más lo necesitan”, expresa su manifiesto.
Un aspecto que resalta su fundador sobre el emprendimiento es que todos los trabajadores de la comunidad rural son socios; es decir, no solo trabajan en el proceso de producción sino que también forman parte de la gestión de la empresa cooperativa, en un marco de igualdad y transparencia.
A fin de año, el conjunto de los asociados decide en asamblea cuál será el destino de los excedentes económicos: si será la reinversión productiva en la cooperativa o la distribución equitativa entre los asociados. En ambas situaciones, las personas de la comunidad rural son beneficiadas de manera directa y forman parte de la toma de decisiones como asociadas y asociados con voz y voto.
“Decidimos no quedarnos solo en lo inclusivo y dar un paso más: lo cooperativo”, resaltó el emprendedor.
De buena madera
El concepto de “Atemporal” se refiere a “lo antiguo con lo nuevo enfocado en un fin”, a la combinación de lo artesanal con la tecnología de punta centrada en las personas.
Los anteojos están hechos con madera de árboles de reforestación: son de cedro argentino proveniente de Misiones. “Ese tipo de material garantiza la durabilidad del producto y además otro agregado de valor es la protección. Podríamos haber usado laca, pero no es amigable con el ambiente, entonces decidimos reemplazarlo por cera de abejas y aceites naturales, esto lo hace impermeable”, detalló Aguilar.
“Otra ventaja es que es muy liviano, más liviano que uno de plástico. El lente lo coloca un laboratorio óptico en Rosario, con polarizado y protección UV. Además, trabajamos con cuero reciclado para la conformación del estuche”, contó el fundador.
Consultado acerca de si existe algo similar en el mercado, el emprendedor cuenta que existen marcas de anteojos de madera en Argentina pero aún no se le ha logrado dar valor que tiene: “Cuando vi unos anteojos de madera me di cuenta que había algo que no se estaba explotando comercialmente, comunicacionalmente. Había mucho para mostrar sobre todo teniendo en cuenta que Argentina es muy reconocida por su trabajo en artesanías. Por eso la idea es consolidar la marca acá y luego pensar en comercializar afuera”.
“Creo que cada vez hay más consumidores preocupado por la trazabilidad de los productos. Existen anteojos de madera, lo que no existen son anteojos que se hagan en el medio de la nada, de forma cooperativa generando impacto social y eso es lo que genera su mercado”, agregó.
Una campaña para despegar
En diciembre, la cooperativa apunta a vender los primeros 50 anteojos hechos por la comunidad rural. Para eso, están preparando una campaña de crowdfunding para financiar insumos, materiales.
“La persona obtiene, por haber aportado, un 40 % de descuento en compra de un anteojo, y la posibilidad de pagar en tres cuotas sin interés y envío gratis”, adelantó el emprendedor.
La idea es también el año que viene salir a buscar financiamiento por parte de empresas e instituciones que quieran colaborar en el proyecto.
Fuente: Agrofy News